En Colombia, hay poco conocimiento y valoración de culturas extranjeras, como la coreana, lo que limita el desarrollo de una visión intercultural en la sociedad.
En el entorno escolar no se promueven espacios donde los estudiantes conozcan otras culturas a través de experiencias como la gastronomía, lo que reduce el interés y la comprensión hacia tradiciones extranjeras como la coreana.